Vacío

MEDITACIÓN Nº 30

Oracion

Vivir y morir pertenece al capricho abrupto de nuestra desolación.
Vivir y morir pertenece al curso de la utilidad de cada una de las moradas en que aprehendemos nuestros delirios, apegos y necesidades.
Vivir y morir obedece a la ilusión de las formas, el contenido únicamente comprende la presencia y la evolución de la presencia en la diversidad de lo contingente.
Vivir y morir no es diferente a nacer y envejecer, o a enamorarse y desengañarse, o a reír y penar, o a perder y ganar.
Vivir y morir son las dos caras del apego a los contrarios por el que discurre nuestra confrontación con el todo en favor de la individualidad.
Vivir y morir son las paredes de la celda contra las que cuestionamos el valor de ser, inmanente a nuestra naturaleza, cuando pensamos que ser es lo que ocurre y no lo que es, como el agua en la mar revuelta o como el agua en la mar en calma, y no como el velero que la surca, como la cita con las estaciones y no como la hoja en su rama.